La participación francesa en el proyecto avanza, paso a paso, manteniendo la coherencia con el objetivo de implicar al mayor número de personas posible, haciendo que los participantes del primer taller se impliquen en el segundo y que el tercero se conciba como complementario de los dos primeros, pero yendo más allá, e invitando a sus participantes a sumarse, ampliando tanto la temática como el territorio del proyecto.
Así, en el marco de las jornadas de vivienda participativa, el primer taller de septiembre de 2022 se celebró en Le Cannet des Maures, una pequeña localidad en medio de la región de Var, donde están empezando a vivir los primeros ocupantes de un proyecto de vivienda participativa, «Bois de Brindille». en gran parte autoconstruida con materiales ecológicos de origen ecológico, madera, tierra y paja, y cuya etapa actual es la realización de los Comunes. Así, se propuso de forma natural integrar el reparto de la energía en la reflexión sobre la construcción de los locales comunes. En el taller se obtuvieron dos resultados: 1/ la constatación de que los proyectos participativos de vivienda constituían un buen potencial para el desarrollo de comunidades ciudadanas de energías renovables 2/ la constatación de que, paralelamente a la cuestión de la organización de la producción y el consumo compartidos de energía, la cuestión del agua aparecía como inseparable y que el terreno común que había que construir era el del recurso Agua y Energía.
El taller que siguió en diciembre de 2022, sobre un territorio más amplio, el de «el valle de Gapeau en transición», reunió a todos los socios del proyecto en persona y fue organizada por la cooperativa GEC, «Gapeau Energie Citoyenne», que, en una dolorosa evaluación, hizo balance de los numerosos fracasos, explicados por las reticencias de los ayuntamientos, que tenían dificultades para confiar en una comunidad ciudadana sin referencias.
Uno de los resultados del taller fue el encuentro entre la agrupación de viviendas » Bois de Brindille » y la cooperativa de energía Citoyenne. La oferta de asociación privado-privada sustituye a la asociación público-privada, que tarda en llegar, abriendo un nuevo territorio de proyectos a la prospección de GEC. Por una parte, Le Cannet des Maures amplía el territorio de prospección más allá del valle de Gapeau hasta un radio de 40 km y, por otra, este primer caso práctico abre la prospección a socios privados. Así, al desánimo de la cooperativa por haber intentado cinco proyectos sin éxito, le siguió una nueva dinámica que tomó dos direcciones: encontrar potencial de techado en viviendas particulares y buscar agricultores dispuestos a ofrecer sus tierras para proyectos agrovoltaicos.
La construcción de la comunidad energética en Bois de Brindille no ha hecho más que empezar, pero ya enriquece la práctica al poner en el pliego de condiciones la voluntad de autoconstruir los armazones e incluso de organizar campos de trabajo y un programa que evolucione en el tiempo. El 7 de marzo, una veintena de agricultores se reunirán para proponer un proyecto experimental y ético apoyado financieramente por la Fundación VALOREM.
El nuevo taller, que tendrá lugar los días 24 y 25 de marzo de 2023, amplía aún más el territorio, ya que se coorganiza en el vecino departamento de los Alpes Marítimos, acogido por un municipio periférico de Grasse, el municipio de Chateauneuf. El taller, con el ambicioso título de « Construir un territorio de energías con y para lxs ciudadanxs », dará testimonio del compromiso de las autoridades locales en materia de comunidades energéticas ciudadanas. « Nadie es profeta en su tierra » ; una
visita para ver lo que hacen otros municipios en otros lugares puede ser muy estimulante para el GEC, que puede volver con nuevos argumentos para movilizar a los ayuntamientos del territorio del Valle de Gapeau en transición. Por último, ya no es sólo la asociación agua y energía la que se identifica como el terreno común en el que las personas deben recuperar su poder de acción, sino que el contexto de Chateauneuf es el de un municipio comprometido con la transición de manera global, con un proyecto energético y un proyecto alimentario como sus dos pilares, que implican la creación de empleo, una cooperativa, una tienda de comestibles solidaria…
Incluso en un territorio como la Costa Azul, luchar contra la fractura social, interesarse por el acceso a una alimentación sana y de proximidad, la vivienda y el trabajo de la tierra para los más desfavorecidos es posible… Este es el reto que se ha fijado este año el socio francés, gracias al apoyo de la Unión Europea: demostrar que, empezar por algo pequeño, aunque solo sea construir una ducha solar o un retrete seco, permite a cualquier habitante aprender a estar en transición !